La COVID-19, el Presidente y los mercados

29 octubre 2020

Monthly House View - Noviembre 2020 - Descargar aquí

¿Los mercados están centrándose en los catalizadores y factores de riesgo adecuados?

Esta cuestión es la base de una compleja ecuación planteada a los inversores ante estas inusuales elecciones estadounidenses.

Puede observarse que existe una paradoja en el reciente comportamiento de los mercados. Por un lado, la victoria de Joe Biden, cada vez más probable, no parece asustar a los inversores, según el ímpetu positivo de la renta variable estadounidense en las últimas dos semanas. Por otra parte, la creciente probabilidad de una avalancha azul en la Cámara de Representantes (que también podría llevar potencialmente a un Senado demócrata) podría traducirse en una mayor probabilidad de reformas fiscales que, a su vez, podría repercutir de forma negativa en los beneficios empresariales en EE. UU.

En las dos últimas semanas, los mercados se han centrado cada vez más en las esperanzas de un acuerdo fiscal, que no necesariamente se formalizará antes de las elecciones, pero que debería tener lugar en cualquier caso, independientemente de quién se siente en el despacho oval a partir del próximo enero. Desde esa perspectiva, se presta mayor atención a los valores cíclicos, que pueden haber situado al resultado de las elecciones en un segundo plano.

Sin embargo, eso no significa que los inversores ignoren el riesgo de un resultado inesperado, como unos resultados electorales controvertidos arbitrados por el Tribunal Supremo. Solo hay que mirar la elevada volatilidad implícita de la renta variable para entender que es probable que se hayan aplicado muchas estrategias de cobertura. La liquidación de estas podría traducirse en una dirección positiva del mercado después de los resultados de las elecciones, cualquiera que sea el resultado y solo por la desaparición del factor incertidumbre.

Más allá de las elecciones de EE. UU., los inversores deben permanecer lúcidos y centrarse en lo que nos indican los fundamentales. En ese sentido, el panorama muestra signos algo divergentes entre EE. UU. y la zona euro, y entre la macroeconomía y las señales bottom-up o ascendentes de la temporada de presentación de resultados en curso.

En el ámbito macroeconómico, parece que la divergencia entre China, Estados Unidos y Europa aumenta, y confirma nuestra jerarquía entre zonas geográficas en cuanto a la asignación de renta variable: una visión muy positiva sobre China, que es la única gran economía que crece en 2020 en comparación con 2019, y preferencia de la renta variable estadounidense sobre la europea, que en su mayor parte se ha mantenido estable desde junio.

En lo que respecta al aspecto ascendente, parece que la temporada de presentación de resultados empieza con sorpresas positivas, lo que podría dar lugar a un buen ímpetu de las previsiones de beneficios para el final del año, aun cuando las previsiones para 2021 puedan considerarse ambiciosas.

¿Cambiará este panorama y la jerarquía de preferencias a medida que avancemos hacia el final del año y pasemos esta barrera electoral? Creemos que esta elección no será neutral para los mercados. Más allá de las reacciones a corto plazo, el programa de la próxima Administración podría afectar a la curva estadounidense y al dólar, lo que a su vez repercutiría en los sectores y las zonas geográficas que los inversores puedan preferir en este nuevo contexto.

Una victoria de Biden podría ser un catalizador para el sobrerrendimiento de los valores cíclicos y de los activos emergentes en 2021, después de un año dominado por la renta variable estadounidense, los valores de calidad y el sector tecnológico (lo que también explica el sobrerrendimiento de China). En la mayoría de los casos, los activos chinos podrían seguir con su buen comportamiento mientras en Europa persisten las incertidumbres, a pesar del gran atractivo de las valoraciones más reducidas y las interesantes oportunidades que pueden encontrarse en las empresas de mediana capitalización centradas en el medio ambiente.

En resumen, los inversores no deberían reaccionar de forma exagerada ante las elecciones estadounidenses, sino que pueden prepararse para las secuelas de este acontecimiento político, aplicando al mismo tiempo estrategias para protegerse de los resultados inesperados.

 

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Monthly House View, 22/10/2020 - Extracto del Editorial

29 octubre 2020

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