Guía para sobrevivir a la estanflación

30 septiembre 2022

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Monthly House View - Octubre de 2022 - Descargar aqui 

¿Cuánto, hasta dónde y durante cuánto tiempo? Además de la cuestión del punto final del ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE), los inversores también se preguntan sobre la duración de este endurecimiento. ¿Cuánto tiempo tendrán que mantener los bancos centrales los tipos de interés elevados para que la inflación disminuya hasta su objetivo?

Hasta ahora, las esperanzas de los inversores consistían en pensar que la Fed invertiría su política monetaria con bastante rapidez tras la última subida de tipos. Si el pasado nos sirviera de prólogo, así habría ocurrido. En los ciclos más recientes, la Fed mantuvo, por lo general, sus tipos en un nivel estable elevado durante 6-12 meses antes de volver a bajarlos. Sin embargo, la lucha contra la inflación en los años 70 nos remite a un contexto algo diferente. El Bundesbank dejó los tipos estables en el 7,5% durante dos años, desde mediados de 1980 hasta mediados de 1982. Este es también el mensaje que reflejan los Dot Plots de la Fed: los tipos seguirán cerca del 4% a finales de 2024.

¿Debemos prepararnos para un ciclo de endurecimiento más largo? ¿Tendremos que esperar más tiempo para que los inversores vuelvan a los mercados de renta variable? Este punto no puede descartarse y no está exento de consecuencias reales. Si los tipos siguen altos durante más tiempo, es lógico que las empresas tengan que centrarse en el desapalancamiento y la desinversión, mientras que los valores apalancados podrían seguir sufriendo. 

Probablemente tenga sentido que los inversores basen sus decisiones de asignación un poco menos en el próximo anuncio de la Fed y un poco más en una perspectiva de inversión estructural, en un momento de estanflación que puede ser más persistente. En lugar de esperar un posible giro de la Fed a principios de año, podría ser mejor intentar construir carteras resistentes en un entorno de tipos más altos y menor crecimiento.

Con cada cambio de régimen, se corona un nuevo líder y la rentabilidad sigue siendo la gran vencedora de este contexto. Actualmente, el principal reto de las empresas es proteger su equilibrio financiero y su rentabilidad ante unas perspectivas de crecimiento más inciertas y unos costes de financiación más elevados. Por lo tanto, de forma simétrica, los inversores deberían centrarse en las empresas con una rentabilidad muy resistente y unos balances sólidos. 

Por el contrario, los valores refugio líderes del último ciclo no son especialmente útiles en este régimen de mercado, que podría durar otros 12-24 meses. El oro, el gran vencedor de los años 70, y también del periodo pospandemia, sigue corrigiéndose ante la subida de los tipos reales prevista para los próximos dos años. El yen, uno de los favoritos de los gestores para cubrir el riesgo de las carteras, no servirá de nada mientras el Banco de Japón mantenga su política de tipos como respuesta a una Fed agresiva. ¿Hasta cuándo seguirá el dólar dominando el mundo y desestabilizando otras economías? Salvo que haya una nueva versión del acuerdo del Hotel Plaza de 1985, probablemente hasta que la Fed anuncie el final de su ciclo de subidas de tipos.

La buena noticia de este clima es la vuelta de los rendimientos de los bonos corporativos. Indudablemente la clase de activos más odiada del mundo este año, podrían tener un regreso por todo lo alto en los próximos dos años. Con un rendimiento del 5%, es probable que los bonos corporativos estadounidenses investment grade a 2 o 3 años sean una buena opción de último recurso en este entorno de estanflación.

¿Y si la inflación futura prevista volviera finalmente a niveles demasiado bajos para ser creíbles? El tono más firme de los bancos centrales y el temor a la recesión ha dado lugar a una caída de las expectativas de inflación en EE. UU. En este momento, están casi tres veces por debajo de las de Alemania, donde la crisis energética empuja la inflación prevista para los próximos dos años por encima del 7%. Después de varios meses difíciles para los bonos indexados estadounidenses, estos podrían ser una cobertura que merezca la pena considerar para protegerse contra una situación de inflación más problemática.

 

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Monthly House View, 23/09/2022 - Extracto del Editorial

30 septiembre 2022

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